Mediante el hackeo de una clásica Makerbot 3D y la fijación de una aguja tatuadora en el cabezal de la misma, consiguen crear cualquier diseño en la piel a 150 punciones por segundo, ejecutando la acción con una rapidez y precisión envidiables.
el mayor desafío al que se han enfrentado en la implementación de este proyecto, ha sido capacitar a la impresora 3D para registrar y adaptarse a la curvatura natural del cuerpo sobre el que se quiere tatuar el diseño. Para ello, el cabezal integra, además de la aguja, un sensor que permite a la Makerbot 3D adaptarse a cualquier superficie curva, sin sacrificar presión o seguridad durante el proceso.
Los primero tatuajes de esta máquina fueron realizados en silicona, simulando piel natural y sus resultados fueron satisfactorios. Tanto es así, que ya han surgido los primeros valientes en los que se han tatuado figuras sencillas pero, como decimos, con mucha precisión y buenos resultados. Si bien, Appropiate Audiences no son pioneros en el tema, esta idea seguramente se vaya abriendo camino gracias a las mejoras que se van alcanzando en cada nueva implementación. ¿Te atreves a ofrecerte voluntario?
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